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APOSTILLAS INTERNACIONALES

La Violencia Implosionada

Introducción

Por Eduardo H. Cundins – (MEG)

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Thomas Kuhn en su obra “La Estructura de las Revoluciones Científicas” asegura que “La transferencia de la aceptación de un paradigma a otro es una experiencia de conversión que no se puede forzar.   La resistencia de toda una vida, sobre todo por parte de aquellos cuyas carreras fecundas los han hecho comprometerse con una tradición más antigua de ciencia moral, no es una violación de las normas científicas, sino un índice de la naturaleza de la investigación científica misma.”   Lo que equivale a decir que será toda una generación la que convivirá con una matriz estructurada, presupuesta, con un mismo prisma de observación totalizador, un modo semejante de abordar la solución de los problemas con el agregado de: sean ellos cualesquiera que fueren...(1)

 

Interpretado ello por el mismo autor como la “comunidad científica prevalente” ésta, y cada una en su turno, hallará la solución  a la crisis planteada, cualquiera sea su origen con sus propias herramientas.   Estas vanguardias: ora políticas, ora sociales, ora militares, ora económicas, como el huevo de la serpiente, llevan en su seno “la solución definitiva”  independientemente del entorno y de la fenomenología del conflicto per se.

 

Sin embargo, no se debería caer en la tentación de recurrir a las teorías de la aceleración fractal de los tiempos de T. Mc Kenna o de C. Calleman en el que se argumenta la curva exponencial de obtención y distribución de datos aunque sí, en la expresión de R. Ackof cuando afirma que “El cambio en sí está cambiando constantemente.   Esto se refleja en el amplio reconocimiento de su aceleración.   Por ejemplo, la velocidad con la que se puede viajar ha aumentado más durante este siglo (XX) que en todos los anteriores.   Lo mismo puede decirse de la velocidad con la que es posible calcular, comunicarse, producir y consumir.” (Extraído de «Creating the Corporate Future», a su vez de “La Empresa y la Ciencia Militar”).   Lo concreto es que si bien los márgenes de un cambio generacional podían medirse en términos de 30 años, hoy se han ido reduciendo sucesivamente a 25, 20 y hasta 15 años.

 

Esta introducción ayuda a comprender que la problemática de la conflictividad o la alteración de la paz ha desvelado a los estadistas e internacionalistas, sobre todo, en el último siglo.   Así, en “The Clash of Civilizations” que nos advierte Huntington desde 1993, conlleva asumir la real existencia de soluciones encapsuladas en cosmovisiones o culturas diferentes(2).   La tentación de homologación u homogeneización   adentro de un patrón uniforme que recorra todo el arco global habla más de ignorancia de quienes la pretenden imponer que la de sus verdaderas intenciones expansionistas o pacificadoras.   Una vez más el respeto por la diversidad parece ausente, prejuzgada ésta de exótica o inapropiada.

 

Lo cierto es que desde las postrimerías del siglo pasado hasta nuestros días las guerras se han desplazado a los centros urbanos.   Desde las teorías focales de la versión irregular de la guerra hasta los conflictos locales internos, el 95 % de los conflictos armados carecen del carácter internacional que tiñó las conflagraciones mundiales. “   Jorge Castro, refiriéndose a las nuevas expresiones del conflicto  explica «Las guerras son canalizaciones del cambio y variarán hasta el infinito. Entre el año 1990 y 1995 se detectaron en el mundo 83 conflictos, considerados como guerras, 79 de ellos (95%) fueron conflictos internos. Sobre diciembre de 1995 se conocieron 25 guerras, todas ellas internas»”.

 

La dispersión, ambigüedad y mutación de las manifestaciones de la violencia fisionaron sobre su masa crítica, en el interior de sus fronteras y, en particular, en los centros poblados.

 

Así, y recurriendo al sitio de la Cruz Roja Internacional (www.icrc.org) se confirma la existencia de normas del derecho internacional humanitario aplicables a los conflictos armados internos  que contienen disposiciones como el artículo 3 común a los Convenios de Ginebra en el “Segundo Protocolo Adicional” que define pormenorizadamente las acciones del organismo internacional  a realizar en situaciones de conflicto armado sin carácter internacional.

 

 

(1) N del A. Con la debida licencia del lector y tan solo a modo de recurso didáctico bien vale recurrir a una frase tan vulgar como elocuente: “El que es dueño del martillo… resuelve todo a martillazos. Sea el llanto del bebé por el desnivel de la cuna como la infidelidad del cónyuge…”

(2) Un caso que constituye la quintaesencia de lo referido es el modo que tanto Estados Unidos como la ex URSS encararon el desafío de la escritura manual en el espacio. Bolígrafos, marcadores y tintas no fluían adecuadamente en un ambiente ingrávido, por lo que la NASA invirtió ingentes montos para resolver la toma de notas espaciales. Mientras que los soviéticos…recurrieron al lápiz. N del A.   

 

 

 

EDUARDO H. CUNDINS – (MEG) 657

 

 

Las opiniones vertidas en este artículo no representan necesariamente las del Círculo de Legisladores y del IEERI.

Sólo son responsabilidad del autor

 
 

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